jueves, 31 de octubre de 2019

Blog despropósto...

... por no repetir "en el olvido", y cómo reconducir el mensaje.

Y es que no se puede ser bloguero y escribir sin una estructura temporal, cuando me apetece, o cuando me acuerdo, o cuando tenga tiempo. Debe ser una dedicación continua, como cualquier otra labor de la vida. Y esto hace que me plantee si debería cerrar ya este sinsentido, que no tiene por donde cogerlo, y dedicar estos minutos perdidos en algo improductivo y transformarlos en algo que me van a venir bien para terminar mi carrera, estudiar en vez de escribir. Qué sencillo.

Pero pensándolo bien, he obtenido cien visitas (excluidas las cuarenta y tantas que haya hecho yo clic para editar). No se si serán cien personas, o una que ha saturado su navegador y por un virus ha entrado cien veces en el blog por error, o algo así. He llegado a alguien, a algunas personas que se han interesado por lo que escribo, hayan o no terminado de leer todo. Así se crean lo que ahora llaman los "influencers", que en castellano queda muy fea la palabra.

He de aclarar que yo no quiero ser un influenciador social. Sólo quiero ser una herramienta de ayuda a los nuevos estudiantes de derecho, sobre todo del ámbito sanitario, que tan perdidos nos hayamos cuando iniciamos esta aventura, y más en la UNED, donde te encuentras solo durante muchas horas, junto a un cargado café y unos libros a veces incomprensibles, a veces excesivamente extensos. Y es aquí cuando vuelvo a pensar si este blog merece una periodicidad, si sólo son consejos y vivencias para que otros se puedan sentir identificados y menos solos... no es como un blog de moda que necesita actualizarse cada poco, o de recetas, ya que comer siempre lo mismo debe ser muy aburrido. Esto es otra cosa, y puede que haya inventado un nuevo modelo de blog.

Que me perdone Arturo Pérez-Reverte si no consigo su nivel de dialéctica y expresión escrita, pero es que a mi me hicieron de ciencias de pequeño que es cuando mejor se aprenden las cosas, y de escribir, hacía poco. Ahora sí estoy retomando la escritura más con estos textos, y además con los exámenes de Derecho, que muchos son de redactar, o más bien de soltar todo lo que se te ocurra en el examen frenando los nervios para no mezclar asignaturas, algo difícil con nuestro sistema de memorización, y que los profesores puedan calificar óptimamente y no reírse de uno que ponga que un examen de Derecho Constitucional que "Las leyes fundamentales del Estado" están en vigor en la ley 39/2015 de procedimiento administrativo común, y que en caso de juicio el tribunal competente son los de la Sala 1 del TC, sala de lo Civil, ahí a lo loco...

Y hablando de este buen señor, que sinceramente no he tenido tiempo para leerle, porque yo soy más de leer a gente rara que a famosos y conocidos, he recordado una conversación que tuve con una querida compañera del hospital, y no obstante amiga, sobre este blog. Y es que supongo que los que me leen son desconocidos y mi círculo creo que no saben ni que tengo esta afición. Ella es la única que lo sabe. Y os voy a hablar un poco de ella porque me gusta andarme por las ramas a veces y ahora es un buen momento.

¿Habéis conocido a alguien que disfrute realmente de su trabajo? ¿Alguien que gaste su tiempo libre en preparar cosas para que su profesión se desarrolle, sin recibir a cambio nada más que satisfacción, y algún que otro crédito de esos que sirven para poco? Pues yo tengo el placer de conocerla. La admiro y la envidio. Es capaz de empezar algo e ir hasta el final para terminarlo, y luchar por dar, por lo menos, el 90% de su esfuerzo para conseguir su meta. No hablo de sueños o de cosas inalcanzables, si no del día a día, de lo que realizamos y vivimos a diario, las metas a corto plazo que nos ponemos.

Y, ¿ a qué viene esto? Que este blog, empezó con mucha ilusión, como todo lo que hago, pero por pereza o dejadez, no ha continuado como quería. Y tras hablarlo con ella, me ha dado la motivación necesaria para continuar y volver a retomar algo que en el fondo, me gusta: escribir. Aunque sea para decir poco o nada, aunque sea para motivar a otros a que lo hagan, o simplemente entretenerles. O para dejar una huella en internet, que hoy por hoy es la mejor manera de decir algo al mundo.

Os dejo con esta reflexión. Y os aconsejo que siempre tengáis a alguien cerca que os motive tanto como mi amiga lo hace conmigo, sin darse cuenta.

Hasta la próxima futuros abogados.